Soy estudiante de cuarto de periodismo en la Complutense. Estoy haciendo la erasmus en Bamberg, Alemania. Es una ciudad pequeña de Baviera, cerca de Nürnberg en la universidad Otto-Friedrich.La verdad es que no sé muy bien por qué elegí Alemania para hacer erasmus, porque antes de venir hablaba muy poco alemán, sólo tenía un año de idioma, pero un año que eran 2 horas a la semana los viernes por la mañana... Así que solía faltar más de la mitad de las veces. También pedí destinos de habla inglesa, pero consciente de que no iba a tener opción por las pocas plazas. Supongo que ése fue el motivo de pedir a Alemania, todos sabemos que hay pocas plazas a universidades en inglés y que hay que pegarse por ellas prácticamente. De todas formas a mí siempre me ha atraído Alemania, la gente sobre todo.
Al principio de llegar es un desastre todo, tienes que hacer una media de tres mil cosas al día, con la dificultad de que las tienes que hacer en alemán…tuve la suerte de que me ayudó un compañero, sino no sé cómo lo hubiera hecho, porque cuando llegué, el poco alemán que sabía, era como si hubiera desaparecido. Es increíble la papeleo que tienes que hacer... contrato de residencia, certificados de llegada, empadronamiento, abrirte una cuenta bancaria, móvil alemán, internet etcétera etcétera. Y luego la matrícula de la universidad que ya es para pegarse un tiro. Pero poco a poco lo vas haciendo todo buscándote la vida. A mí no me gustan los grandes grupos de gente, pero me he dado cuenta que en los sitios nuevos la gente suele agruparse en manada, para protegerse más que nada. Si eres de los que no te va mucho ese rollo, tienes que buscarte la vida cuando te vas a otro país. Y poco apoco fui haciendo buenos amigos y nos ayudamos mucho entre nosotros.
Aquí no es que te surjan demasiados problemas, es que cada pequeña cosa es un mundo, todo por el idioma. La universidad es lo que más guerra da. Aquí yo estudio ciencias de la comunicación, no hay especialidad. Estoy haciendo máster ya que aquí ya está Bolonia, tengo clases de lunes a jueves. Las asignaturas se dividen en seminarios, Übung y Vorlesung. No sé cómo traducirlas, pero los seminarios son lo más difícil. Cada asignatura sólo la haces 1 vez a la semana 2 horas, todas las clases son de 30 personas máximos, pero generalmente somos menos. La asistencia es obligatoria, la participación también, Hay muchas trabajos y muchas lecturas. Algunas asignaturas no tienes que hacer examen, sólo una exposición y un trabajo. Son distintas las clases a las de nuestra universidad, son menos específicas de la comunicación, mucho más teóricas, estudiamos muchos sociólogos, etcétera, pero no veo yo que la gente salga muy especializada, aunque sí con una cultura general increíble.
Me gustan las clases pero me parece que le faltan muchas cosas.He aprendido mucho alemán, pero alemán "social", puede tener conversaciones de horas y de casi todo lo que quieras, pero en la universidad no tiene nada que ver.. Entender lo que te dice el profesor es casi imposible, seguir la clase, participar, leer los libros, hacer trabajos... tienes que dedicarle el triple de tiempo a cada cosa. Tengo que exponer esta semana 2 trabajos que les estoy dedicando más que a cualquiera que haya hecho antes, y son una tontería, pero el idioma lo complica todo mucho. Que hay problemas está claro, pero lo que se disfruta es increíble. Evidentemente la fiesta, el rollo erasmus, es genial, todos los días hay marcha, medio litro de cerveza te cuesta 2€ en un bar y 15cents en el supermercado, la gente tiene muy claro que quiere divertirse sin preocupaciones, etcétera. El mito erasmus es cierto, al menos para mí. Pero además me ha encantado ver lo distintos que somos en muchos sentidos. Cuando llegué a Alemania pensé... ¡esto es civilización y no lo que tenemos en España! Por ejemplo en el autobús nadie te controla al subir y en cambio nadie se cuela. Las bicis están sin candar por todos lados y nadie te las roba, la gente no grita en los sitios... Yo me dejé un monedero en una fiesta en un piso, una de las dueñas vio un carnet de estudiante, como tenía a un par de españoles en una de sus clases les preguntó si me conocían y les dio mi cartera para que me la dieran. Tenía 15 euros en el monedero, y ahí seguían, además de tomarse la molestia de intentar que me llegara... Es tan poco probable que me hubiera llegado si eso no me hubiera pasado aquí... Pero también los bávaros son muy suyos, no tienen ningún problema en insultarte si no cumples cualquier norma (semáforos, etc) pero a la cara, sin ningún tipo de vergüenza. Pueden ser muy maleducados o muy encantadores, parece no haber punto medio. Por ejemplo hace un par de días un tipo me llamó idiota a la cara por no llevar las luces de la bici (no las sé poner jajajaja) y en cambio fui a un sitio a comprar un bocadillo, y aparte de que el vendedor me hizo un bocadillo gigante (gigante gigante), cuando le fui a pagar me dijo que "nada, bienvenida a Bamberg", con una enorme sonrisa...
Hay muchas más diferencias, no se pueden explicar todas y todavía no me dado cuenta de muchas seguro, pero entre otras me llama la atención lo bien que vive aquí la gente. Todo el mundo tiene trabajo y deben de tener buenos sueldos y buenos horarios porque se nota que la gente vive muy holgadamente, los restaurantes, bares, etc, todo está llenísimo siempre. Hay una vida increíble, la gente va tranquila por la calle, el ocio se valora mucho aquí. Los sueldos son altos y los alquileres de casas decentes (bajísimos en comparación con Madrid, sin duda).
También me he fijado que con el tema de la política son distintos, no hay carteles por ningún lado, ni pintadas etc. Creo que son mucho más respetuosos en ese sentido (y en muchos otros).Mis amigos y yo hemos comentado que, curiosamente, la gente joven aquí es mucho más educada que la gente adulta. Todavía nadie joven me ha negado su ayuda cuando me han visto en un problema por el idioma, en clase me preguntan si lo entiendo, me pasan los apuntes, se interesan por mí, de dónde soy, si estoy contenta aquí etcétera.
La verdad es que me siento muy bien acogida. Es una experiencia curiosa estar en un sitio sin dominar el idioma... estás más abstraído a lo mejor, más en tu mundo, pero también se vive todo mucho. Tienes muchas sensaciones contradictorias. Yo no he pasado la mítica morriña erasmus, supongo que ya la pasé cuando me fui a vivir a Madrid (soy de Valencia), y no echo de menos muchas cosas, pero las que echo de menos estoy deseando tenerlas. Como el sol, lleva sin salir el sol unos 2 meses, el frío y la nieve son un coñazo, pero no ver el sol acaba siendo horrible, igual que se haga de noche a las 16h... corta muchísimo el día, la vida acaba mucho antes. Pero aún así estoy muy muy contenta y muy feliz de estar aquí, parece que fue ayer cuando llegué y llevo aquí desde el 5 de septiembre, literalmente pasa volando.
Yo lo recomiendo a todo el mundo, se aprende muchísimo, te haces más fuerte me parece, yo valoro mucho cada cosa buena que me pasa desde que estoy aquí.
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